Tener un equipo de trabajo por primera vez es emocionante, retador y hasta puede llegar a dar un poco de miedo, sabemos cuales son los objetivos y la forma en la que se pueden lograr, sin embrago, a veces desconocemos como guiar y motivar al equipo, también nos encontramos con un nuevo papel en nuestras vidas que ignoramos como actuar, algunos detalles hacen la diferencia entre una buena dirección y otra no tan exitosa.

Aquí te daremos algunos tips que te ayudaran para liderar a tu equipo de trabajo por primera vez, y si no es la primera vez, también te pueden ayudar a mejorar tu desempeño y convivencia con tu equipo de trabajo.

Conoce a tus colaboradores.

Lo primero que debes hacer es conocer a las personas con las que estarás trabajando, con ello sabrás de que forma motivar o corregirlos cuando sea el momento, así mismo, muestras interés en tu equipo y eso es muy motivador para ellos.

Averigua que qué piensan, cuáles son sus planes a corto, mediano y largo plazo, que les gusta y que no les gusta de su trabajo, quienes conforman a su familia, cuales son sus hobbies, que esperan de ti y hazles saber que esperas de ellos, habla sobre las formas de trabajo y como pueden mejorarlas, por último, deja abierta la puerta a sus comentarios o inquietudes.

Se el ejemplo a seguir.

Tu eres quien inspira al equipo para superar los obstáculos y lograr estrategias para alcanzar los objetivos, todo lo que hagas será imitado por tu equipo de trabajo, aquí la empatía es la clave para ser el mejor ejemplo a seguir.

Asegúrate que las actividades que realizas sean de la mejor calidad, no importa que no las conozcas, si es una actividad nueva asegúrate de aprenderla correctamente y enseñarla con paciencia a tu equipo, recuerda tratar con respeto a tu equipo, ellos harán lo mismo con sus compañeros y clientes.

Escucha y aprende de los demás.

Si alguien de tu equipo o colega tiene algo que decirte, escúchalo tienes mucho que aprender, debes ser muy asertivo al escuchar, procura un espacio tranquilo y dale guía a las ideas que te están dando, la mejor forma es escuchando y haciendo las preguntas correctas sin interrumpir.

Puede suceder que en algún momento alguien se acerque para hablar de temas irrelevantes y se traten de rumores. No pierdas el tiempo en ellos, estos puedes frenarlos de una forma muy amable y empática:

  • Réstales importancia, no entres al juego.
  • Mantén la conversación enfocada a la problemática y sus posibles soluciones.
  • Soluciona los rumores de forma directa y seria.
  • Explica la importancia de la empatía y el respeto a sus compañeros.
  • Evita que se viralicen poniendo un alto desde el inicio.

Cuida tu credibilidad.

Ser un líder honesto y transparente va más allá de solo decir la verdad, no prometas nada hasta no estar seguro que lo podrás ofrecer, no contradigas tus palabras con acciones, no seas parte de rumores o desinformación. Recuerda que eres la persona que guía al equipo y todo lo que hagas o digas será visto por ellos y supervisores, cuidar de tu imagen es muy importante para ser el mejor ejemplo.

Conviértete en un líder confiable, es muy motivante saber qué si tu supervisor te ha delegado una tarea, confíe en que la harás con los más altos estándares de calidad y harás todo lo que este en tus manos para cumplir, así mismo, es muy gratificante saber que tu equipo te tiene confianza y que en caso de existir un problema pueden contar contigo.

No le restes importancia a los problemas.

Los problemas o conflictos suelen ser agotadores, evitarlos o no darles importancia es un error muy común, las consecuencias terminan siendo más pesadas que el problema en sí, pueden no solucionarse y comenzar las mentiras, también estos afectan en la productividad del equipo y los resultados.

Un problema es un reto, es una oportunidad de dar lo mejor de ti y siempre se aprende de ellos, está bien sentir un poco de estrés al intentar solucionarlos, o bien no saber cómo empezar, acércate a tus colegas para escuchar sus experiencias, consulta con tu supervisor u otros supervisores para que te guíen en el camino adecuado.

Evita que tus emociones del momento sean quienes hablen.

Habrá muchos momentos de frustración, en donde las cosas no salgan como las planeamos o bien no se puedan hacer como queremos y esto cause estrés, desesperación y hasta enojo, el control de tus acciones sobre tus emociones es clave para evitar decir o hacer algo que no sea correcto.

Toma cursos sobre inteligencia emocional, escucha a tus colegas o supervisor si tienen alguna retroalimentación hacia tus acciones, respira y piensa muy bien antes que tus emociones lo hagan por ti.

Celebra los éxitos.

Las experiencias nos hacen más fuertes, agradece a tu equipo cuando logren sus objetivos, celebra con ellos de forma grupal los éxitos, ya sean individuales o en conjunto, siéntete orgulloso de tu equipo y que ellos se sientan orgullosos de sus logros, motiva para lograr aún más.

En ocasiones puede pasar que las actividades te sobrepasen y dejes un poco de lado las celebraciones o reconocimientos, estos deben hacer parte de tus prioridades, un equipo reconocido y motivado logra mejores resultados.

Comunícate efectivamente y no hagas suposiciones.

La comunicación es el pilar del día a día, tu comunicación debe ser clara y evita ser ambiguo, si bien no estás seguro de lo que estas comunicando evita hablar de más, cuando des instrucciones de una nueva tarea se claro, no dejes nada que no quieras a criterio de otra persona, si tienes confianza hazlo de su conocimiento y explica en que momento puede usar su criterio. El mensaje que des se quedará en la cabeza del otro, evita dar mensajes negativos que limiten el desempeño del equipo.

Supervisar las tareas de tu equipo es la de las actividades más importantes en tu nueva posición, evita dar por echo las cosas, no supongas si una tarea fue realizada de una forma u otra, asegúrate que todo se cumpla como debe ser, así mismo, si tu supervisor te da instrucciones para una tarea, asegúrate de no quedarte con dudas

Delega tareas.

Al iniciar con una nueva posición de liderazgo es común tratar de hacer todo, muchas veces porque era parte de las actividades cotidianas que realizabas, o bien porque no sabes como solicitar a alguien una tarea, recuerda que tu equipo está para apoyarte y realizar las tareas que les corresponden, no te satures de actividades, delegar las tareas de forma equitativa y a las personas indicadas te ayudará a enfocarte en la estrategia, motivación y revisión de resultados.

Cuando delegues una tarea asegúrate de solicitarla “por favor”, no olvides explicar qué esperas de esa tarea, así como la importancia de la misma, supervísala y corrige en caso de ser necesario, por último, agradece cuando está haya finalizado. En este punto la comunicación juega el papel más importante, trabaja en ello para que tu equipo trabaje de forma eficiente y juntos obtengan el resultado deseado.

Cuando delegues una tarea asegúrate de solicitarla “por favor”, no olvides explicar qué esperas de esa tarea, así como la importancia de la misma, supervísala y corrige en caso de ser necesario, por último, agradece cuando está haya finalizado. En este punto la comunicación juega el papel más importante, trabaja en ello para que tu equipo trabaje de forma eficiente y juntos obtengan el resultado deseado.

Conclusión.

Lograr una nueva posición en el trabajo es el resultado del esfuerzo y constancia, disfruta del proceso de cambio, si las cosas no salen bien en algún punto, aprende de ello y no te rindas. Recuerda tratar a tu equipo, colegas y supervisores con respeto, empatía y amabilidad, tus días como líder serán más productivos y podrás contar con el apoyo de tu equipo para lograr los objetivos.

Por Fernanda Ramos