Vivimos en un mundo que evoluciona; evolucionan los seres vivos, la sociedad, la tecnología, etc. como parte de este proceso, el entorno laboral también cambia y demanda el desarrollo y nacimiento de habilidades técnicas (hard skills) y competencias sociales (soft skills).

En todo proceso evolutivo existen eventos que lo cambian todo, como la pandemia del COVID-19; uno de los mayores efectos de esta pandemia ocurre en los equipos que ahora se enfrentan al trabajo remoto, en este punto nos preguntamos ¿De qué forma tendremos que mejorar nuestras habilidades para tener éxito? Sigue leyendo que aquí te lo cuento.

Comunicación efectiva

Normalmente nos desenvolvernos en equipos donde la comunicación es inmediata y personal, pero ¿Qué ocurre cuando la comunicación se vuelve impersonal y es a través de una pantalla?

Cotidianamente basta acercarnos al escritorio de un compañero y conversar, ahora será más frecuente mandar correos, agendar llamadas y esperar que no se caiga la red, la comunicación se volverá asertiva, precisa y breve, tendremos que expresar ideas claras, con menos palabras de las que caben en un tweet.

Liderazgo

El trabajo de un líder es motivar y guiar a su equipo para alcanzar objetivos específicos, pero ¿Cómo se motiva a distancia? ¿Cómo supervisaremos los procesos a realizar?

Los líderes, ahora más que nunca, tendrán que mentorear a su equipo constantemente, y compartir la importancia e impacto de su trabajo; fomentar la confianza y enseñar, además de dirigir, sembrará en un equipo la semilla de la innovación. Por otro lado, todos tendremos que aprender a liderar. La figura de un líder único desaparecerá, ahora todos los miembros de una organización tomarán el liderazgo en determinados momentos.

Trabajo en equipo

En un futuro cercano, donde abundarán equipos de trabajo que no se encuentren físicamente en el mismo lugar y cuya interacción digital predomine, las bases para un buen trabajo en equipo serán la confianza y la asertividad.

Tendremos que confiar en nosotros y en los demás; una atmósfera de confianza hará que ‘preguntarle al de al lado’ no sea motivo de vergüenza y permitirá el flujo de nuevas ideas y soluciones eficientes a problemas inesperados.

Inteligencia emocional

En términos prácticos se refiere a la capacidad individual de ser conscientes de nuestras emociones, controlar como las expresamos y ser conscientes de las emociones de los demás. Al estar aislados la ansiedad y el estrés están a la orden de día, por lo que tenemos que romper la barrera de lo intrapersonal aprendiendo a conectar emocionalmente con las personas.

Creatividad-Innovación

El 90% de lo que conocemos cambiará; después de la pandemia la única manera de avanzar será crear cosas nuevas y reparar todo lo que está ‘roto’, en otras palabras, tendremos que ser creativos e innovadores.

Ser creativo será una obligación; habrá que transformar las ideas en cosas tangibles, crear, construir y mejorar cualquier cosa con lo que tengamos a la mano. Los trabajos repetitivos van a ser sustituidos por robots; la ventaja es, que las máquinas y las computadoras no hacen trabajos creativos… por ahora.

Pensamiento crítico global

Actualmente el mundo está completamente conectado, y lo que ocurre ahí afuera, de alguna forma, impactará en nuestro mercado, producto o servicio.

El desafío será analizar acontecimientos globales a diferentes escalas y con base en ello tomar acción. No bastará participar, tendremos que conocer las reglas del juego todo el tiempo.

Gestión efectiva del tiempo

¿Por qué trabajamos más tiempo en casa si tenemos las miasmas 24 horas al día que Bill Gates o Elon Musk? Porque no optimizamos nuestro trabajo. (Descubre si eres una persona ocupada o productiva en este artículo)

Optimizar nuestro trabajo, implica medirlo para identificar áreas de mejora y alimentarnos del feedback constante de compañeros y superiores en tiempo real, pero debido al teletrabajo, esa evaluación dependerá en gran medida de cada uno de nosotros; por ello tendremos que ser capaces de autoevaluarnos objetivamente y desarrollar una filosofía de mejora continua.

Productividad personal

Creemos que trabajar en casa es ideal para ser más productivos, pero al enfrentarnos al home office, nos damos cuenta que vivimos en un mundo de distracciones constantes e invasivas, como las notificaciones del móvil.

Tendremos que ser productivos en lo colectivo y en lo individual, es decir, aprenderemos a gestionar distracciones y desarrollar actividades específicas en momentos determinados, ya sean laborales, recreativas o familiares.

Aprendizaje continuo

Nuestras habilidades al día de hoy, pueden ser obsoletas en 5 años o menos, de hecho, a raíz del COVID-19, muchas habilidades vigentes en enero de 2020 son obsoletas en mayo de 2020. La única manera de mantenernos relevantes será aprender algo nuevo todos los días.

La creatividad e innovación para afrontar los retos actuales, surgirán de las intersecciones del conocimiento; tendremos que adoptar el aprendizaje continuo como estilo de vida. Es cierto que el desarrollo de nuevas herramientas es cada vez más acelerado, pero también es cierto, que vivimos en una época donde aprender cualquier cosa es muy sencillo gracias a la internet..

Story Telling

Un mensaje transmite información, una historia transmite sensaciones. La comunicación evolucionará para generar experiencias completas.

Mas allá de generar confianza y lealtad con clientes, el story telling conectará de múltiples formas a los miembros de las organizaciones y romperá el paradigma de comunicarnos por escrito o de forma verbal, tendremos que contar historias con nuestro trabajo, con nuestros procesos y con nuestro feedback. ¿Te imaginas el verdadero poder de una historia?

Antes nos preocupamos por desarrollar habilidades (soft skills) para integrarnos a ambientes laborales determinados y pensadas en la interacción con múltiples personas; el aislamiento, nos alejó de las personas, pero nos acercó a nosotros, ahora las soft skills partirán de lo que cada uno de nosotros hacemos para mejorar hacia lo que nosotros podemos hacer para que mejoren los demás y a esto, querido lector, yo le llamo evolucionar.

Por. Luis Antonio Vargas Ávila | Colaboración especial Alejandro Aguilar